ESTAMBUL (TURQUÍA). El avión de 'Aerolíneas' Jaime Guerra no pudo aterrizar donde él quería en su primera gran final internacional, la de la longitud del Europeo de pista cubierta de Estambul, que empezó poco después de las 10h de la mañana del domingo en un Atakoy Arena, como siempre, escasamente poblado, y España sigue sin abrir el medallero.

Todas las esperanzas recaen en la tarde: el relevo, Mechaal, Llopis, Ben e Ibarzabal. Jorge Ureña, que empezó con ganas los 60 metros vallas (7,83s) volvió a su bajonazo físico después, explica, y salvó como pudo, la pértiga (4,80m) y la remontada desde el quinto puesto al podio se hace ya imposible en los 1.000 metros.

El samboyano se sintió muy cansado en una final que marchó a toda velocidad, con solo siete atletas tras la lesión del serbio Lazar Anic. "Siempre me pasa lo mismo en los campeonatos, que al día siguiente de la clasificación estoy hecho polvo, no aguanto dos competiciones tan seguidas", lamenta Guerra, que espera que su entrenadora, María Durán, tenga un plan para entrenar fuerte dos días consecutivos de cara al verano y corregir ese defecto que le lastra. "Necesito cinco días para recuperarme", se queja, y explica que cuando calentaba ya le dolía el isquiotibial y tenía el talón hecho polvo.

Por eso, su concurso no empieza bien. Son solo 7,65 metros en el primero y 7,67m en el segundo, apenas coge tabla durante toda la mañana. Mientras tanto, el griego Miltiadis Tentoglou aterriza en 8,30m en el primero y nadie le discutirá el oro, el tercero consecutivo para el campeón olímpico, y hace sonar el sirtaki cuando cierra el concurso en el sexto, todos sus brincos por encima de ocho metros, como le pasa al sueco Thobias Montler, eterno segundo, 8,19m.

El guión se cumple. Son dos y el resto, y 8 metros pelados pueden valer, como sabía Guerra a sus 23 años, pero nunca los saltará él, sino el rumano Gabriel Bitan, un año más mayor y que ya destacó en la calificación. En el quinto intento, sitúa en 8,00m la frontera de las medallas, pero Guerra no tiene el cuerpo para fiestas. "Me quedo con la espinita, pero es que no me han dado las piernas", lamenta, y eso que en el tercero coge la máxima velocidad, sus 28 zancadas, y aterriza en 7,84m.

"Al principio iba con miedo, pero en el tercero he pensado 'estoy aquí, si me rompo, me rompo'", dice el discípulo de María Durán, que enlaza 7,75m, un nulo y 7,78m. Siempre insuficiente. Termina 6º de Europa, aunque era uno de los tres que había pasado de ocho metros este invierno, y lo rozó (7,99m) el viernes en la clasificación, pero en la final pagó la exigencia de un gran campeonato.

La otra final, la de altura femenina, también se cotiza barata, y nadie aprieta a la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, a la que en una versión muy menor le sirve con 1,98m para ganar a la neerlandesa Britt Weeman, 1,96 con 19 años, y a la ucraniana Kateryna Tabashnyk y sus 1,94m.

Llopis, cómodo y victorioso hacia la final

La buena noticia de la mañana la dio Quique Llopis, que no falló en su semifinal de 60 metros vallas y reafirmó su candidatura al podio de esta tarde (19:05h) con una victoria en su semifinal en 7,58s y muy seguro con la técnica, sin tocar una sola valla. "Me ha costado bastante activarme por la mañana, pero es normal, y por eso a partir de la tercera valla no he acabado de lanzarme, estaba un poco dormido y no quería acabar de forzar", explica, después de dos noches durmiendo poco por los nervios. "Pero es normal", apunta, "le pasará a todos".

Llopis evita la presión y habla de que hay mucho nivel y de que hasta el podio estará difícil, pero por delante de él solo asoma el suizo Jason Joseph, el único más rápido que él este invierno (7,44s frente a 7,48s), que arrasa en su semifinal con 7,50s pese una mala salida, aunque peor fue, unas calles más a la izquierda, la de Kevin Sánchez, que tarda 0,208 en salir, una eternidad, y eso le deja fuera de la final , porque luego progresa bien, corre en 7,75s y entra quinto, a una sola centésima del cuarto puesto que da la plaza directa. "He acabado bien y estoy contento del campeonato y de la experiencia", apunta.

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Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).