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La leyenda del Maratón de Boston y sus colinas se agigantó este lunes, el Día del Patriota, y el maratón comercial más antiguo del mundo derrotó al mejor maratoniano del universo en su primer encuentro con la carrera. Eliud Kipchoge, 38 años, es un hombre sin término medio en los 42 kilómetros. O gana en solitario, disfrutándolo, reventando el cronómetro, sumando estadísticas históricas o pierde a lo grande, sin disputar la victoria, aunque reúne la dignidad suficiente para llegar hasta la línea de meta, puro respeto a la distancia y la historia.
Contra todo pronóstico, Kipchoge se inclinó ante el peculiar recorrido de la capital de Massachussets y todo ocurrió en apenas cinco minutos, los siguientes a cruzar el kilómetro 30, los inmediatamente anteriores antes de afrontar los 600m de subida de Heartbreak Hill, la colina que recibe el nombre desde que en la edición de 1936 Ellison Tarzan Brown sufriera en esa cuesta y fuera superado por John Kelley, que le dio una palmada compasiva que enrabietó al primero y le dio la fuerza para ganarle y vengarse. "Tarzan rompió el corazón de Kelley", tituló al día siguiente el Boston Globe.
En esa carretera entre Hopkington y Boston que es historia del atletismo mundial, Kipchoge fue incapaz de agarrar el avituallamiento que llegaba a la hora y media de carrera, mientras los seis rivales que lo rodean consiguían hacerse con una botella en alguna de las mesas. Inmediatamente después, el tanzano Gabriel Geay, segundo en Valencia en diciembre en 2h03, 4º en Boston el año pasado, se atrevía a ser el primero en romper la disciplina del grupo cabecero y Kipchoge se quedaba por primera vez en la segunda línea. En pocos segundos, se descuelga del grupo, solo en su sufrimiento, se le atraganta Heartbreak Hill y llega al kilómetro 35 perdiendo 1 minuto y 13 segundos con los mejores.
Geay no aguantará demasiado en cabeza. Sus rivales no se lo permiten, y a su movimiento responderán con parciales de 5km otra vez por debajo de 15 minutos, como en el primero, pero su atrevimiento desnuda la debilidad de Kipchoge, del que nadie sospechaba cuando estrena camiseta y manguitos blancos del NN Running Team y bracea fuerte en cabeza en los primeros kilómetros. El palmarés y el halo místico del keniano inspiran tanto respeto, que hasta entonces le ceden la cabeza, le cogen la espalda, y el doble campeón olímpico tiene que mirar hacia atrás y ordenar con las manos a los demás que no teman, que se pongan a su lado porque sopla el viento y a todos les beneficiará ir arropados, y los demás asienten y se colocan en paralelo.
Ese es el poder de Kipchoge, que cae derrotado por tercera vez en su 20º maratón, ya lo hizo en su segunda carrera, en 2014 en Berlín, cuando solo le quebró el brazo su compatriota Wilson Kipsang, que luego da positivo por dopaje, y en el maratón pandémico, en circuito cerrado y solo para la élite del otoño de 2020 en Londres, cuando terminó 8º y sin opciones en el último cuarto de hora. Ese día diluviaba en Londres, más aún que este lunes en Boston, 10º C, cielo encapotado, humedad superior al 90%, suelo mojado y agua cayendo sobre los corredores en gran parte del recorrido.
La lluvia vuelve a ser la kryptonita de Kipchoge, y también Boston, que ya volvió la espalda al otro mito del maratón que puede discutir a Kipchoge, el doble campeón olímpico etíope Abebe Bikila, que hace exactamente 60 años, en la edición de 1963 lo intentó por única vez en Boston y terminó 5º en 2h24:43, en un día de frío y viento. Bikila, oro descalzo en Roma 60 y calzado en Tokio 64 corrió 13 maratones en su carrera y solo perdió aquel día.
Kipchoge llega a meta 6º en 2h09:23, su peor tiempo en un maratón, aunque aquí las marcas no cuentan, camina con gesto serio, de cansancio, y solo saca una sonrisa cuando habla brevemente con su entrenador Patrick Sang y alguien le coloca una manta térmica por encima para que no se enfríe, mientras enfila, ahora cojeando, el camino hacia la carpa de Boylston Street. Solo el italiano Gelindo Bordin ha conseguido añadir al oro olímpico (Seúl 88) el triunfo en Boston (1990).
Quizá pensase que tendrá que regresar el año que viene, antes de los Juegos de París, si quiere completar su reto de convertirse en el único ser humano en ganar la seis grandes maratones, aunque antes tendrá que apuntarse este otoño en Nueva York y recuperar el camino de la victoria. El tercer oro olímpico, ha dicho, le motiva más.
Cuando el keniano ha levantado la bandera blanca, en el grupo empiezan a desatarse las hostilidades. En el kilómetro 35, Benson Kipruto y Evans Chebet, compatriotas de Kipchoge, se marchan por delante con Geay. En el 40, los dos primeros parece que se jugarán solos la victoria, pero los dos últimos kilómetros son los de Chebet, que disfruta en solitario hasta llegar a meta en 2h05:54. Geay recupera fuerzas al final para superar a Kipruto por dos segundos (2h06:04 y 2h06:06).
Evans Chebet, vestido de Adidas, repite la victoria del año pasado en Boston y explica que esta experiencia, con lluvia, no tenía nada que ver con el tiempo más agradable del año pasado, aunque entonces se impuso en un tiempo algo más lento. El atleta de 34 años, que en 2020 corrió en Valencia en 2 horas y 3 minutos clavados, su marca personal, la octava de la historia, corrió y ganó también el pasado noviembre en Nueva York, y se confirma como un maestro en las dos maratones que separan al derrotado Kipchoge de la gloria total.
Los tiempos de Evans Chebet en el Maratón de Boston
- 5K - 14:17
- 10K - 28:52 (14:35)
- 15K - 43:57 (15:04)
- Media maratón - 1h02:12
- 20K - 1h07:46 (15:05)
- 25K - 1h11:29 (15:03)
- 30K - 1h29:23 (15:19)
- 35K - 1h44:19 (14:55)
- 40K - 1h59:14 (14:55)
- Meta - 2h05:54
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).