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A pesar de la ausencia de Kilian Jornet, la Zegama-Aizkorri no ha perdido nada de interés en su edición del año 2023 porque las condiciones adversas, la remontada y el ambiente de la prueba vasca han conformado otra versión inolvidable. Entre niebla, lluvia y un terreno muy resbaladizo los corredores de montaña debieron desarrollar su mejor técnica y superar las consecuencias de las inevitables caídas junto al esfuerzo propio de la carrera.
La aventura se consideró una de las más épicas de las celebrada e incluso la organización obligó a que los corredores portaran un cortavientos con membrana impermeable, una manta térmica y un recipiente para recoger agua en caso de emergencia.
En la competición masculina el vencedor fue Manu Merillas, quien llegó el primero a meta de un recorrido de 42 kilómetros y 5.472 metros de desnivel con varios cambios en la cabeza de carrera hasta que el español coronó con triunfo la llegada (3 horas, 42 minutos y un segundo) y el tercer tiempo más rápido de la Zegama-Aizkorri en 22 ediciones.
Empezó dominando el suizo Rémi Bonet, quien ascendía el primero de las cuatro cimas que debían hacer la selección. El ganador del año 2018 esperaba triunfar en la carrera de montaña, pero de manera progresiva fue cediendo terreno y siendo adelantado por sus rivales en un circuito que tuvo que desviar en 300 metros el trazado previsto y suprimir el paso por una cima debido a los problemas causados por la lluvia y la alerta meteorológica.
Después de varios cambios en el liderazgo, el marroquí Elhousine Elazzaoui tomó la delantera en la bajada final y parecía que iba a ser el ganador. Sin embargo, Manu Merillas completó su gran segunda parte del recorrido para arrebatarle la corona en los últimos metros. Como guinda a la jornada al español le esperaba su perro Zar tras cruzar la meta para cuajar una particular celebración.
"Las condiciones eran duras, pero a mi me encanta este escenario, adoro este tipo de barro. He ido controlando muy bien durante toda la carrera, la alimentación, la hidratación, y me he mantenido frío de cabeza, algo que no siempre es fácil con los rivales que tenía hoy. Y me salió bien porque he llegado al final con mucha fuerza", explicó Manu Merillas sobre su estrategia para ganar.
En la competición femenina la primera en dar síntomas de fortaleza fue la taiwanesa Miao Yao, líder tras dos horas de carrera. Seguida por la alemana Daniela Oemus, la francesa Blandine L'Hirondel, la neozelandesa residente en Cataluña Caitlin Fielder y la suiza Theres Leboeuf, parecía que ellas se decidirían la victoria.
La asiática pronto claudicó ante la pujanza de Blandine L'Hirondel, quien marcaría el paso desde el liderazgo hasta que la germana de 34 años Daniela Oemus que consiguió alcanzar a la veterana francesa para ponerse en primer lugar de la carrera y vencer en la prestigiosa carrera de montaña en tierras vascas. Desde entonces, L'Hirondel rebajó su ritmo y llegaría a perder incluso los puestos de podio (finalizaría en la quinta posición).
Daniela Oemus, madre en dos ocasiones, paró en meta el cronómetro en 4 horas, 31 minutos y 54 segundos, el cuarto más rápido de esta competición entre mujeres. "Había momentos en los que la lluvia apenas me dejaba ver lo que tenía delante", reconoció en meta.
Segunda fue la oceánica Caitlin Fiedler (4 horas y 34 minutos). "El nivel de las rivales era muy fuerte y las condiciones muy exigentes, con barro y muchos tramos técnicos", comentó al llegar a meta. En tercer lugar llegó la helvética Theres Leboeuf.
La primera española fue Ohiana Kortazar, una veterana dos veces ganadora de la prueba que no acabó satisfecha aunque finalizó entre las 10 primeras. “Hoy en el barro iba con un poco de miedo de resbalarme y al final ha ocurrido, me he hecho daño en el coxis bajando del Aizkorri con una piedra y a partir de allí he ido corriendo con dolor", aclaró.