Lo ocurrido en la cima de Xorret de Catí (Alicante) lleva camino de convertirse en uno de los robos más singulares en territorio español. Allí se encontraba la estatua de un ciclista que pesaba 300 kilogramos y que ha desaparecido a manos de los ladrones de cobre, según apuntan las principales hipótesis.

El hurto cuenta con varias dificultades, ya que además del considerable peso de la estatua de homenaje a los ciclistas, los accesos por carretera cuentan con rampas de hasta un 20 % de desnivel que limitan el tipo de transportes que podrían haber empleado los amigos de lo ajeno.

En este caso, los ladrones separaron la estatua de la base de hormigón, que se ha quedado en lugar como testigo mudo de los sucedido. Esto hace reforzar la hipótesis de que quienes arrancaron la figura de este paraje natural lo hicieron por los 300 kilogramos de bronce para el mercado negro.

La obra llevaba en la cima alicantina desde que el escultor Vicente Ferrero Molina terminó el encargo en el año 2003 para situarlo en un paraje que se ha convertido en habitual para la Vuelta Ciclista a España. De hecho, por delante han pasado en busca de la victoria de etapa el campeón del mundo Julien Alaphilippe o toda una leyenda del ciclismo español como Eladio Jiménez.

El monumento se había convertido en un lugar de peregrinaje para quienes recorren los senderos de este paraje natural a pie o en bicicleta. Es habitual que los aficionados y grupos de ciclistas se paren a contemplar a la estatua que muestra un ejemplo de esfuerzo en una etapa de montaña con el deportista en pie sobre sus pedales.

La Diputación de Alicante trabaja ahora para descubrir lo sucedido y tratar de recuperar la figura, aunque lo habitual sería que el cobre ya estuviera fundido para su venta. Por ello, preparan una posible solución para que cuando los ciclistas de la Vuelta a España pasen en septiembre puedan alzar la cabeza y no echar en falta el homenaje global al ciclismo.