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Carlos Mayo e Irene Sánchez-Escribano, atletas olímpicos, campeones nacionales de cross y dos de las principales referencias del atletismo de fondo en España se pondrán el traje de maestros en un campus de atletismo que se celebrará después de los Juegos Olímpicos de París 2024, del 25 al 30 de agosto en las instalaciones de elite del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, situado a 2.300 metros de altitud y sede de concentraciones de entrenamiento de algunos de los mejores deportistas del mundo en varias disciplinas de resistencia.
Los dos deportistas ejercerán de embajadores y compartirán sus experiencias en la élite y sus trucos con los alumnos, chicos y chicas de entre 12 y 20 años que participarán en la primera edición del International Training Camp Sportim, un campus que "fusionará la pasión por el deporte con la educación y el entretenimiento, ofreciendo programas y actividades diseñadas para promover un estilo de vida saludable, espíritu de equipo y el crecimiento personal", según su propia descripción.
Mayo y Sánchez-Escribano son los dos nombres más conocidos de una oferta que ofrece una semana de enseñanzas de entrenadores titulados y que ofrecerá pensión completa, uso de instalaciones, excursiones y seguro por un precio de 650 euros en algo que se oferta como una buena oportunidad para empezar la pretemporada de los atletas adolescentes, que normalmente habrán cerrado su calendario de competiciones a principios del verano y empezarán a preparar las primeras citas del invierno.
En su camino hacia los Juegos Olímpicos de París 2024, Carlos Mayo, plusmarquista español de media maratón en octubre, correrá este fin de semana el 10K 'Os 10.000 peregrinos' de Santiago de Compostela y después intentará ganarse un sitio entre los 27 que correrán los 10.000m olímpicos después de tener que renunciar dos veces a su esperado debut en maratón, programado primero para Valencia y después para Sevilla, por sendos problemas físicos.
Por su parte, Irene Sánchez-Escribano viene de mejorar este invierno en 10K, ya que en Laredo corrió en 31:35 y este fin de semana terminó 26ª en el Mundial de Cross de Belgrado colaborando al quinto puesto de España por equipos. Con la mínima olímpica de 3.000 metros obstáculos en el bolsillo, puede planificar su temporada de pista con cierta tranquilidad, aunque tendrá que buscar una carrera en la que bajar de 9:27 minutos para poder garantizarse su sitio en la capital francesa de cara a la federación española (RFEA).
