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Hasta la final del Campeonato de España de La Nucía, Irene Sánchez-Escribano no era suficientemente excelente, o competitiva, como para ir a los Juegos Olímpicos de París bajo los estándares de la RFEA (federación española). Tras aquella final, en la que corrió escoltada por sus compañeras Carolina Robles e Marta Serrano, la toledana imprimió su pase hacia París con la mínima de competitividad.
Antes de aquello, y con una marca de 9:20 en 2023, Irene Sánchez-Escribano fue décima en la final europea de 3.000 metros obstáculos, donde terminó insatisfecha por no conseguir la marca exigida. Delante, octava, su compañera y amiga Carolina Robles. En la mañana del domingo, en París, donde compitió de nuevo junto a Robles (aunque en series diferentes), el guion de la historia de superación de Irene Sánchez-Escribano lee un fantástico nuevo episodio.
El listón en las series de los 3.000 metros obstáculos estaba muy alto. Solo las cinco primeras mujeres de cada una de las tres series podrían acceder a la gran final. Las primeras en correr, además, dejaron la marca de la quinta plaza en 9:10,73; inalcanzables para Carolina Robles, que fue séptima con 9:22,48. La segunda serie, algo más asequible, la cerró en quinta plaza Norah Jeruto con 9:16,46. Esa marca, no obstante, era cuatro segundos más rápida que la mejor marca con la que llegaba Sánchez-Escribano a París.
Turno para la toledana en la tercera serie, donde su ambición y su excelente estado de forma se casaron por completo y permitieron a la española completar una auténtica proeza. Estuvo corriendo con las mejores y completó su carrera en quinto puesto, pase directo a la final, y un tiempo de 9 minutos, 17 segundos y 39 centésimas: marca personal por casi tres segundos enteros.
Es la mejor marca española de la historia en los 3.000m obstáculos en unos Juegos Olímpicos y vale el pase a toda una final olímpica, especialmente significativa para una mujer que lo pasó muy mal para simplemente competir en París. "Estoy supercontenta de que todo el trabajo haya salido y de tener que volver a ponerme los clavos en dos días. Ha venido muchísima gente a verme. Estoy muy emocionada. Ahora a disfrutar de una final olímpica y a hacer que la disfruten todos los míos y toda la gente que la vea. Intentaré hacer marca personal si se puede, y si no, el premio ya me lo he llevado", declaró Sánchez-Escribano tras terminar la carrera.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.