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8 metros y 75 centímetros. Ese era el fetiche. "Esa es mi motivación extra. Ese es mi sueño. Sé por qué, pero no lo explicaré ahora. Si lo hago, lo contaré", decía el otro día Miltiadis Tentoglou, el supercampeón del salto de longitud, y el mundo se quedará probablemente sin saber por qué su obsesión con esa marca, que sería la quinta de la historia, solo por detrás de los más grandes, un club al que puede ya opositar por pertenecer.
Porque Tentoglou, griego de Salónica, de 26 años, es quizá uno de los atletas más infravalorados del atletismo. Puede que sea por su timidez o por su estilo desgarbado, la cabeza siempre echada hacia delante cada vez que corre por el pasillo, también por supuesto entre el genío de Saint Denis, final de los Juegos Olímpicos de París 2024, los segundos que disputa, los segundos que gana, tan claro lo tenía un hombre que rara veces falla desde que en 2019 ganara el Europeo sub-23, y compartió entonces podio con el onubense Héctor Santos, ahora lesionado, y desde ahí llegaron dos oros olímpicos, uno mundial al aire libre, dos en pista cubierta, y otros seis títulos europeos, tres bajo techo y tres al aire libre.
El saltador griego no acostumbra a abrir ventanas a las sorpresas. En el primer intento recortó su carrera, se dejó diez centímetros a la tabla y saltó 8,27 metros. En el segundo, el viento nulo, el ajuste perfecto, voló hasta 8,48 centímetros, una marca que nadie parecía en disposición de inquietar en una final sin estadounidenses y sin cubanos, demasiada exigencia para el jamaicano Wayne Pinnock, que en el segundo intento voló a 8,36m y para el prodigio italiano Mattia Furlani, el hombre de goma de 19 años y ya medallista olímpico, bronce, con 8,34 metros en el primer intento que solo pudo igualar.
Tentoglou se peleó después con el foso, otros dos saltos por encima de 8,30m, una medida habitual para él, pero sin alcanzar los 8,65m, su marca personal en el saltómetro mágico del Europeo de Roma, pero no llegó el salto de sus sueños. De momento, iguala a Carl Lewis, el mito estadounidense. Solo él había sido capaz de repetir un título olímpico en la longitud, una de las 13 pruebas del programa olímpico que se ha disputado en cada edición olímpica desde 1896, aunque tendrá que volver a ganar en Los Ángeles y Brisbane para igualar sus cuatro oros, tremendo reto, y no podrá igualar sus marcas: 8,54m en 1984; 8,72m en 1988; 8,67m en 1992; y 8,50 metros en su ocaso de Atlanta 1996.
"Mi actuación fue decente para mí. No fue mala, pero tampoco fue buena. Quería hacer un salto más largo, pero es una final olímpica. Tenía mucha presión. Creo que logré hacer buenos saltos, todos mis saltos fueron buenos. Así que estoy feliz. Este título es para mi país. Grecia es el país que inventó los Juegos Olímpicos, así que estoy feliz de hacerlo por ellos", dijo Furlani, el supercampeón del salto largo, amante de los videojuegos, del piano y del bouzouki, la guitarra griega, y siempre inconformista.
Gabrielle Thomas manda en los 200 metros
La final que cerró la noche fue la de los 200 metros femeninos, en los que se notó la ausencia por lesión de la jamaicana Shericka Jackson, la mujer que durante este ciclo olímpico se ha acercado más que nadie antes al récord mundial de Florence-Griffith Joyner. La estadounidense, una brillante estudiante de Harvard de 27 años, dominó la curva y entró primera en la recta para mantener con 21,83s la ventaja con la campeona de los 100m, Julien Alfred, de Santa Lucía, que corrió en 22,08s. El podio lo cerró la también estadounidense Brittany Brown con 22,20s.
En el lanzamiento de martillo, como en el caso masculino, siguió el dominio de Canadá gracias a Camryn Rogers, que llegó a 76,97m. La estadounidense Annette Nneka Echikunwoke llegó a 75,48m y la china Jie Zhao alcanzó 74,27 metros.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).