Qué competidor, Lester Lescay, la sangre cubana en sus venas y la ambición de una vida mejor y más feliz con su novia Beatriz, la recepcionista de un hotel de Castellón, y allí salta desde la ventana para escapar de la selección caribeña hace casi tres años, se queda en Guadalajara, la capital de los saltos largos y la pequeña La Habana española del atletismo, con Luis Felipe Meliz, otro que siguió ese camino y que ahora le entrena, y este viernes celebra que en la primera competición con la selección española su pupilo toca chapa, el bronce en el salto de longitud del Europeo de atletismo en pista cubierta de Apeldoorn, en Países Bajos.

Tiene 23 años Lescay, los mismos que el campeón olímpico de triple salto Jordan Díaz, y menos talento pero la misma determinación de aprovechar el momento. Todo el invierno llevaba peleado con la carrera, con la técnica, con el salto, que su incapacidad para alcanzar los 8 metros parecía decepcionante en un hombre que ya saltaba más que eso a los 16 años, que fue subcampeón mundial sub-18 y que el verano pasado brincó a 8,35m, una marca de campanillas a nivel mundial, y después se quedó viendo en su casa los Juegos Olímpicos, pagando sus tres años en el banquillo por su cambio de bandera.

Y en la final, con el mismo vendaje aparatoso en su pierna izquierda que lucía el día anterior para agarrar el isquiotibial, y por eso hace dos semanas decidió reservarse en el Campeonato de España de Madrid, las cosas se ponen en su sitio en el segundo intento. Una carrera fuerte, un impulso con su pierna maltrecha, tres zancadas en el aire, los brazos arriba y con el culo cayendo en la arena mucho más lejos de lo que lo hace la espalda, brinca a 8,12 metros y un ajuste casi perfecto, solo 2,8 centímetros en la tabla.

"La sensación es agridulce porque quería hacer los seis saltos, sentirme bien, competir, pero con estas molestias no pude disfrutarlo bien", lamenta Lescay, hambriento de competición, sin saber si acudir ahora al Mundial de Nanjing –por marca está fuera, con 8,12m no entraría por ranking– en dos semanas, y que no puede presentar batalla porque tiene que pasar de los tres últimos saltos para no terminar de romperse después de pasar las últimas horas bajo las manos de los fisioterapeutas. Es hora de esperar. Está tenso, pasea de un lado a otro del Omnisport de Apeldoorn, un hombre encerrado en su cárcel, pero la suerte le sonríe.

La final resulta mucho más barata de lo que se preveía. Jaime Guerra apostaba porque las medallas estarían a partir de los 8,20m, y que a eso aspiraba. Con esa misma marca, por la mañana, el decatleta suizo Simon Ehammer, se ponía a ritmo de récord mundial en el heptatlón –luego lo estropearía en la altura–, pero el griego Miltiadis Tentoglou no salta por una inoportuna gripe que llegó esta semana, el fenómeno italiano Mattia Furlani parece peleado con sus piernas y brazos y solo con sus mismos 8,12m en el quinto intento–y por sus 8,10m previos– supera al español, y el búlgaro altísimo y desgarbado Bozhidar Saraboyukov, de solo 20 años, aprovecha la oportunidad y se impone por solo un centímetro. 8,13 metros en el sexto intento.

european athletics indoor championships day one
BSR Agency//Getty Images

Es la primera medalla internacional de la longitud española desde hace 20 años y un día, desde el oro de Joan Lino Martínez en el Euroindoor de Madrid 2005 y sus 8,37m entonces, qué maravilla, y eso que oportunidades ha habido, casi todas desaprovechadas por el talentoso Eusebio Cáceres, siempre en conflicto con su cuerpo, tantas veces cuarto en todos los escenarios, y la misma que tiene Jaime Guerra, el atleta de la potencia, del zapatazo atómico en la tabla y el vuelo muy alto, que con sus 8,06m del segundo intento se mete provisionalmente en el podio, pero que luego arriesga y mete la zapatilla por completo en la tabla que resbala.

"La tabla de mierda", se queja, "que al pisar tanto en ella me he resbalado tres veces, y en el quinto intento ya me he notado el tirón del isquio, y me he hecho un vendaje rápido, pero tenía que saltar y se me ha ido a Cuenca el isquio, cada vez que me da un viaje es por un sitio diferente", dice más tarde, después de salir en camilla de la pista porque cuando cae en la arena se rompe y grita de dolor, y se toca también la pierna izquierda. Era su última oportunidad de asaltar el podio, y hasta el oro, a su alcance (8,14m en Madrid hace dos semanas), pero se queda quinto con su único salto válido.

european athletics indoor championships day two
Maja Hitij//Getty Images

Lester Lescay y Jaime Guerra, dos saltadores para que no tengan que pasar otros 20 años, para sumarse a la lista de Rafa Blanquer, de Antonio Corgos, de Raúl Fernández y Yago Lamela, también medallistas en este campeonato. "Ha sido un gran show, un ambiente súper bueno, una adrenalina sabrosa, quiero repetir de nuevo", promete Lescay.

Headshot of Ismael Pérez

Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).