Anna Tarasova reflexionaba antes de competir en la CCC de Ultra-Trail Mont-Blanc sobre lo que más ilusión le haría. Más allá de un puesto en el podio, habló de una visión: "Siempre me imagino a Nikita gritando '¡Mami, tú puedes!'. Eso me anima un montón". Más que un deseo, resultó ser una premonición. Algo más de 11 horas (11h44:18), 100 kilómetros y 6.100 metros de desnivel después de tomar la salida, Anna Tarasova pasó por la meta en Chamonix tal y como lo soñó, con su hijo de la mano y en tercera posición. Sueño cumplido a todas las escalas para una corredora risueña y optimista que vive el mejor punto de su carrera a los 42 años, como madre y corredora no profesional.

"Es la primera vez que voy a hacer 100 kilómetros. No tengo experiencia, por eso no sé qué esperar. Haré lo de siempre: lo que pueda. Mi cuerpo tira y yo tiro", explicaba en el podcast TrailRun antes de su gran reto en Ultra-Trail Mont-Blanc. La española llegaba como una de las favoritas a la CCC de UTMB, tanto como lo puede ser una corredora no profesional de 42 años que hace malabares para compaginar la maternidad con las exigencias del ultra-trail. En Chamonix, Tarasova hizo historia. Luchó en el grupo de cabeza durante toda la carrera y consiguió alcanzar el podio con un muy meritorio tercer puesto a menos de tres minutos de la victoria.

Nació en Rusia y afincada desde hace tiempo en Girona compite bajo bandera española en el mundo del ultra-trail. Reía al ser entrevistada antes de la carrera cuando le decían que era favorita: "No (risas). Soy madre, yo vengo de turista mientras pueda correr". Más allá de las bromas, Tarasova se había ganado un puesto entre las favoritas. No para de ganar en este 2025. Venció en Lavaredo 80k, Mozart 100, MtFuji 100, Tenerife BlueTrail, Costa Brava y fue segunda en la Advanced de la Transgrancanaria. Ahora, al sumar el tercer puesto en la CCC de Ultra-Trail du Mont-Blanc, el palmarés de la española presume el mejor año de su carrera, el año en el que ha cumplido 42 años.

Su historia es un ejemplo de la fuerza del talento y la disciplina en el deporte. "No soy una corredora profesional. Soy madre, cuido de mis hijos y lo más importante para mí es mi familia. Entreno cuando puedo, entre llevarlos al colegio, a la piscina o a la bici. Hago lo que puedo", explica. La trayectoria de Tarasova es un cuento de perserverancia, talento y disciplina. Una madre de 42 años que entrena cuando puede y compagina su vida de deportista con la familiar está en la cima del ultra-trail.

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 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.