Lo he logrado, no he ganado ni un gramo durante el confinamiento, de hecho he perdido un kilo y medio. Gracias a mi voluntad férrea, he entrenado casi todos los días, no he compensado la ansiedad atacando la nevera y me he resistido con un celo puritano que no es muy mío a los excesos alcohólicos de las quedadas virtuales. El resultado ha sido que sigo en buena forma, y aunque corro mucho más despacio, aguanto bien las tiradas largas.
Tengo los músculos preparados, he salido bien parada del confinamiento. Si embargo, he de admitir que no tengo ningún mérito, pues no ha sido difícil: tenía mucho más tiempo para entrenar, al ir a la compra en contadas ocasiones y a por productos básicos era fácil resistirse a los cantos de sirena de los productos ricos en azúcar, y las soirées a través de Skype se me hacen un pelín pesadas.
Así estaba yo, en forma y ligera, y entonces llegó la fase 1. Salimos de nuestra cueva para ver a nuestra familia y amigos. Ay, mucho me temo que ahí está mi perdición: en ese tipo de reuniones siempre hay abundante comida y bebida, y el subidón y la emoción hacen que bajes la guardia. Ahora llega el peligro de verdad: ya tengo tres cenas apalabradas y el domingo una paella en la casa materna… Como no seré la única que se vea en esta situación, aquí dejo unos consejos para no echar por tierra todo lo que hemos logrado en estas semanas de confinamiento.
Modérate en los encuentros
De pronto tu agenda parece la de una estrella de cine, tras el confinamiento todos quieren quedar contigo, tu madre, tus amigos, tus colegas del gimnasio; como te descuides, acabarás hasta tomando cañas con tus compañeros del instituto, y eso que hacía 20 años que no los veías. No veas a demasiadas personas a la vez, no solo por el riesgo de contagio, sino porque te aturdirá un poco, tras 10 semanas solo o con tus convivientes. Y otra cosa, no quieras ver a todos la primera semana, distancia las quedadas. No alteres de golpe esa vida monacal que te ha permitido sobrellevar el confinamiento con relativo éxito.
Come algo sano antes de salir de casa
Tanto si has quedado con unos amigos en una terraza como si te han invitado a una cena –o comida o aperitivo o merendola–, no se te ocurra llegar muerto de hambre porque entonces te arrojarás a devorar la comida con tal voracidad que seguirás comiendo mucho después de estar saciado. Antes de salir hacia el ansiado encuentro tras el largo aislamiento, tómate una manzana, o dos, o incluso un huevo duro, así evitarás liarte a engullir como si no hubiera mañana.
Cuidado con el alcohol
Que la alegría de ver por fin a familiares y amigos no te haga trasegar copas sin pausa para celebrar el encuentro. Que esto no es una despedida, al revés; ahora, si todo va bien, avanzamos hacia una nueva normalidad en la que podremos volver a reunirnos cuando queramos. Así que ya sabes, sigue lo que los propios fabricantes de bebidas alcohólicas recomiendan: bebe con moderación. Prueba también a pedirte cervezas y vinos desalcoholizados, una alternativa a las bebidas clásicas que no afectará ni a tu cintura ni a tus neuronas.
Compensa los excesos
Si con la emoción de los reencuentros te relajas y te pones como un cerdo o bebes como un cosaco, tampoco te fustigues después. Simplemente compensa siendo más austero con la alimentación cuando no estés de celebración. Esta fase de exaltación social y exceso de compromisos también pasará, no te quepa duda.
No descuides tus entrenamientos
Ahora de pronto, tus reencuentros consumirán mucho de ese tiempo libre que te parecía ilimitado cuando estabas confinado a cal y canto. No por ello relajes los entrenamientos, créate una nueva rutina en la que combines las salidas individuales a correr, los entrenamientos de fuerza y tus recién adquiridos compromisos sociales. Prepárate para cuando permitan los entrenamientos colectivos para volver con los del club de running y empieza a pensar en competiciones no virtuales. Todavía están lejos, pero a lo mejor tampoco tanto… ahí están la nueva fecha de la Zurich Maratón de Barcelona el 25 de octubre y de la EDP Rock'n'Roll de Madrid el 15 de noviembre. Y mantienen su fecha original la Media Maratón de Valencia y la Maratón de Valencia, que este año celebran su 30ª y 40ª edición, el 25 de octubre y el 6 de diciembre. Con un poco de suerte, acabamos el año superando nuestras propias marcas.

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.