Claro, te da acceso instantáneo a una coleta o un moño y, además, funciona como accesorio de moda. Pero, hace poco, una mujer de Kentucky terminó en el hospital con una infección que dice estar causada por llevar una goma del pelo en la muñeca.
¿Deberían las runners pensárselo dos veces antes de meter las manos en una goma sudada?
El riesgo probablemente no sea alto, ninguno de los tres médicos con los que hablamos había visto jamás un caso de contaminación por goma elástica. "Pero las infecciones cutáneas no son raras, incluso en las personas que generalmente están sanas", comenta la doctora Delphine Lee, dermatóloga en el John Wayne Cancer Institute en el Centro médico Providence Saint John's, en Santa Monica, California.
Así es como puede pasar: Las bacterias causantes de infecciones, como los estreptococos y los estafilococos, acechan normalmente en tu piel, tu boca y tu goma del pelo, especialmente si contiene alguna pieza de metal ligeramente corroída. Si muerdes la goma o te limpias la cara o la nariz con el brazo, añades aún más organismos potencialmente peligrosos al caldo, explica la doctora Tania Elliott, alergóloga e inmunóloga en el NYU Langone Medical Center y en Doctor on Demand.
Cuando corres, el sudor y las altas temperaturas corporales convierten tu piel en el caldo de cultivo perfecto para que estos gérmenes se multipliquen, dice Elliott. Cualquier pequeño corte o rasguño, por ejemplo el roce de una goma demasiado apretada o el sarpullido de una alergia a la goma o al metal, proporciona a estos organismos el acceso a tu interior, cuenta la doctora Lindsey Bordone, corredora y dermatóloga en el Centro médico de la Universidad de Columbia.
Algunas personas especialmente sensibles, como las que sufren eccema, corren un gran riesgo. La barrera que proporciona su piel contra las bacterias se rompe más fácilmente. Los organismos pueden penetrar en su cuerpo por sus folículos pilosos, una enfermedad llamada foliculitis, cuenta Bordone.
Los signos de advertencia de una infección cutánea incluyen rojez, calor, hinchazón, pus y dolor, que suelen extenderse al empeorar la infección. Si las desarrollas alrededor de la muñeca, o en cualquier otro lugar, habla con tu médico o dermatólogo, aconseja Lee. Los antibióticos pueden tratar la infección antes de que se agrave.
Elliott dice que tendría que haber ocurrido una tormenta perfecta de condiciones para enviar a la mujer de Kentucky al hospital, donde declaró haber necesitado cirugía para drenar su herida. Así que no hace falta que pierdas los papeles, solo tienes que seguir unos sencillos pasos para reducir el riesgo de infección:
- Comprueba con cuidado si tienes cortes o arañazos. Mantenlos limpios, secos y cubiertos mientras corres, aconseja Elliott.
- Dúchate nada más correr, no te quedes por ahí marinándote en sudor repleto de gérmenes.
- Si llevas una goma en la muñeca, mantenla lo bastante suelta para que no deje marca al quitártela, dice Elliott. Y plantéate usar gomas hechas de tejidos elásticos, especialmente si tienes la piel sensible o alguna alergia a la goma o el metal, aconseja Bordone.
- Lávate las manos con frecuencia, y a conciencia, para librar de bacterias las manos y muñecas.
- Échate vaselina o BodyGlide en la muñeca, o cualquier otro lugar en el que e salgan irritaciones para evitar las heridas abiertas que pueden dejar entrar a los organismos, comenta Bordone.
- ¿Corres en la cinta? Límpiala con espray antibacteriano antes, recomienda Elliott (y después, el siguiente te lo agradecerá).
Vía: Runner's World. Traducción: blarlo.com