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En la actualidad, el running se ha convertido en una de las actividades físicas más populares y practicadas en todo el mundo. Millones de personas se suman cada año a este deporte tan saludable, buscando mejorar su condición física y su bienestar general. Sin embargo, existe un aspecto que a menudo pasa desapercibido entre los corredores, las uñas de los pies pintadas.
Aunque pueda parecer un detalle superficial, correr con las uñas pintadas puede ocasionar diversos problemas que afectan tanto al rendimiento deportivo como a la salud de los pies.
Los expertos no recomiendan correr con las uñas pintadas por ciertas razones
Como comenta el doctor en podología Alfredo Soriano, “uno de los principales problemas de correr con las uñas pintadas, es que si se dañan no podrán ver el estado de tu uña ni saber si te ha salido un hematoma debajo de la misma”.
Algunas veces al hacerse la pedicura y sobre todo, con las uñas permanentes, aumentan el grosor por el producto que le echan encima. Esto disminuye el espacio de la uña con la puntera de la zapatilla favoreciendo que se encarne debido a los microtraumatismos repetidos al correr .
También, puede provocar una distorsión visual de las uñas. Cuando corremos, nuestros pies sufren un impacto considerable contra el suelo. Esta acción repetitiva puede provocar que las uñas pintadas se astillen, se descamen o incluso se desprendan parcial o totalmente. Además, el color del esmalte puede hacer difícil detectar problemas o lesiones en las uñas, como hongos, hematomas o engrosamientos. Estas condiciones pueden agravarse si no se tratan a tiempo, afectando el rendimiento y la comodidad durante la práctica deportiva.
Debido al esmalte por la mala ventilación y la humedad, crea una barrera entre la uña y el exterior, lo cual puede limitar la adecuada ventilación de la misma. Cuando corremos, nuestros pies tienden a transpirar debido al esfuerzo y la fricción con el calzado. Si las uñas están pintadas, la humedad puede acumularse debajo del esmalte, creando un entorno propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. Estas infecciones pueden ser dolorosas e incómodas, afectando negativamente la experiencia de correr e incluso requiriendo tratamientos médicos.
Correr implica movimientos repetitivos y bruscos, que pueden aumentar el riesgo de lesiones en los pies. Si las uñas están pintadas, la rigidez del esmalte puede dificultar la flexibilidad natural de las uñas y causar presión adicional sobre ellas. Esto puede provocar desde molestias leves hasta uñas encarnadas, en las cuales el borde de la uña se incrusta en la piel circundante, causando dolor, inflamación e infecciones. Las uñas pintadas también pueden aumentar el riesgo de ampollas y callosidades debido a la fricción constante con el calzado deportivo.
Es recomendable evitar correr con las uñas de los pies pintadas. Los problemas que pueden surgir, como la distorsión visual de las uñas, la mala ventilación y la humedad, así como el riesgo de lesiones, no solo afectan a la comodidad y el rendimiento del corredor, sino también a la salud general de los pies. Lo más recomendable es mantener las uñas cortas y limpias, permitiendo una mejor detección temprana de cualquier problema y promoviendo una experiencia de running más segura y placentera.