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Si nunca has oído hablar del término "vitalidad subjetiva", no eres el único. Rara vez se menciona en conversaciones cotidianas sobre salud y probablemente tampoco haya salido en tu revisión médica anual. Sin embargo, su significado es bastante sencillo — y potencialmente útil para los corredores.
Tu vitalidad subjetiva es una medida general de tu energía, vigor y sensación de estar vivo. Suena ideal, ¿verdad? ¿Dónde me apunto para tener más de eso? Bueno, empecemos por el running.
Según un nuevo estudio, la cantidad de veces que corremos a la semana y la duración de cada sesión pueden influir en nuestra vitalidad subjetiva.
Un artículo reciente publicado en el Journal of Functional Morphology and Kinesiology identificó una relación dosis-respuesta (cuando a niveles crecientes de algo se asocia una mayor o menor probabilidad de que ocurra otra cosa) entre la frecuencia semanal de entrenamiento, la duración de las sesiones y los beneficios para la salud mental en corredores recreativos.
Los investigadores estudiaron a un grupo de 5.542 participantes, todos corredores recreativos mayores de 18 años que corrían al menos uno o dos días por semana. El grupo respondió preguntas preliminares sobre sus hábitos deportivos y luego completaron (respira hondo) el "Cuestionario de Vitalidad Subjetiva como Reflexión Dinámica del Bienestar (SVS)" para evaluar sus niveles de vitalidad subjetiva tras el confinamiento.
Para explorar el impacto de la frecuencia de entrenamiento y la duración de las sesiones en la vitalidad subjetiva, los investigadores preguntaron a los participantes sobre su grupo de edad y sexo, la duración de las sesiones de entrenamiento (en minutos) y la frecuencia semanal de entrenamiento (en días), tanto en las preguntas preliminares como en el cuestionario SVS.
Tras un análisis estadístico de estos datos, los investigadores no encontraron diferencias significativas en la vitalidad subjetiva entre hombres y mujeres, ni entre los distintos grupos de edad. Perfecto. Ahora queremos saber si la cantidad de veces que corremos y la duración de nuestras sesiones pueden aumentar nuestra dosis de esa dulce y ansiada vitalidad subjetiva.
Una vez que se eliminaron los valores atípicos (resultados anómalos que difieren significativamente de otros valores), quedaron finalmente 5.478 participantes para el análisis. Tras estudiar los datos de esta muestra, los investigadores reportaron diferencias significativas en los niveles de vitalidad subjetiva según la frecuencia de entrenamiento y la duración de la sesión. Específicamente, encontraron que cuantos más días a la semana corrían los participantes, mayores eran sus niveles de vitalidad subjetiva. Además, cuanto más larga era la sesión de entrenamiento, más altos eran los niveles de vitalidad subjetiva. Esto se mantuvo hasta llegar a un punto de estabilidad en cinco sesiones semanales y con entrenamientos de entre 90 y 120 minutos.
Si tu objetivo es alcanzar los niveles máximos de vitalidad subjetiva, los resultados sugieren que deberías correr cinco veces a la semana, manteniendo un ritmo que puedas sostener cómodamente durante 90 minutos. Sin embargo, los autores del estudio advierten que estos resultados deben interpretarse con cierta cautela, principalmente debido a la heterogeneidad de la muestra. En otras palabras, aunque la mayoría de los participantes eran corredores recreativos, sus niveles de rendimiento al correr eran diferentes.
“Cuanto mayor es el nivel del corredor, mayor es la relación dosis-respuesta necesaria y el aumento asociado en la vitalidad subjetiva", explicó el Dr. Adrián Varela-Sanz a Runner’s World UK en nombre del equipo de investigación del estudio.
Si corrieras cinco veces a la semana durante 90 minutos, estarías acumulando 450 minutos de ejercicio. Esa cifra supera con creces las recomendaciones del NHS, que aconseja 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana. Teniendo esto en cuenta, Varela-Sanz destacó que, aunque mayores volúmenes de entrenamiento a esas intensidades reportan beneficios adicionales para la salud, deberíamos priorizar la frecuencia del entrenamiento por encima del volumen.
Curiosamente, añadió que realizar el mismo volumen semanal de entrenamiento, pero repartido en más días, produce mayores beneficios. Por tanto, para mejorar la vitalidad subjetiva podría ser conveniente mantener la misma carga de entrenamiento pero dividirla en más días a lo largo de la semana.
Varela-Sanz también señaló que, dado que los niveles de vitalidad subjetiva se estabilizan en entrenamientos de mayor duración alrededor de los 91 a 120 minutos, las carreras de entre 61 y 90 minutos pueden producir beneficios similares a sesiones más largas.
“Duraciones de sesión de entrenamiento más cortas (por ejemplo, de 31 a 60 minutos y de 61 a 90 minutos), e incluso una frecuencia de entrenamiento menor, también provocaron altos puntajes de vitalidad subjetiva, lo que podría beneficiar la salud mental de los corredores", añadió.
Los autores del estudio señalan que se requieren más investigaciones para determinar la frecuencia óptima de entrenamiento, la duración de las sesiones y la intensidad del ejercicio que maximicen simultáneamente los beneficios para la salud mental y el rendimiento de resistencia de los corredores recreativos.
Por ahora, sin embargo, esta es una evidencia científica más de lo que ya sabemos: correr tiene el poder de hacerte sentir realmente bien.