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Hay vida más allá de los enfoques más tradicionales a la hora de caminar y que nada tienen que ver con la lógica misma del movimiento. Es el caso del retro-walking, una modalidad que ni es nueva ni es una ocurrencia sin ninguna base científica. Al contrario, cada vez hay más indicios de su valía como ejercicio y como prueba física.
El origen de caminar hacia atrás hay que situarlo en la antigua China y existen informes sobre personas que caminaban cientos y miles de kilómetros de esta forma que datan de principios del siglo XIX. Y, como suele suceder en estos casos, se ha puesto de moda. Y no sin cierta lógica porque la realidad es que tiene numerosos beneficios asociados.
De hecho, una investigación publicada en Journal of Chiropractic Medicine fortalece los músculos de la espalda responsables de la estabilidad y flexibilidad de la columna vertebral, y es eficaz en la reducción del dolor lumbar. Punto a su favor.
De igual forma, otro trabajo que recoge International Journal of Health Sciences and Research certifica que mejora la capacidad funcional de las personas mayores o de quienes han sufrido alguna patología que les impide caminar normalmente. Otro punto.
Y por si fuera poco, sendos trabajos publicados en Journal of Taibah University Medical Sciences e International Journal of Scientific and Research Publications, le confieren la capacidad de reducir riesgo cardiovascular en personas obesas y generar un mayor gasto calórico que caminar hacia delante, respectivamente. Nuevo punto para el equipo del retro-walking.
Pero si pensabas que ahí se acababan las bondades de caminar hacia atrás, nada más lejos de la realidad. Y es que una investigación publicada en Strength and Conditioning Journal, confirma que mejora la agilidad para desplazarse rápidamente hacia delante, hacia atrás y lateralmente, y previene el riesgo de lesión en deportistas de élite. Se nos comienzan a caer los puntos de las manos.
Mención aparte merece el hecho de que retro-walking también tiene un impacto en la función cerebral porque activa el córtex frontal, que es responsable de habilidades cognitivas como la toma de decisiones y la resolución de problemas. Así, un estudio publicado en Psychological Science asegura que mejora los tiempos de reacción en las personas que lo practican tiene un potente efecto sobre la memoria, como concluye un trabajo publicado en Cognition.
También es una prueba física
Como puedes ver, no sólo se nos caen de las manos los puntos a favor del retro-walking, también las referencias científicas. Pero aún hay más. Y es que un reciente estudio publicado en Multiple Sclerosis and Related Disorders asegura que la evaluación de la reserva de velocidad de la marcha atrás ofrece una mejor detección clínica de riesgos y declive en pacientes con esclerosis múltiple.
"Descubrimos que la reserva de velocidad de marcha atrás está relacionada con la gravedad de la enfermedad", explica Patrick Monaghan, investigador de Wayne State University.
"Los individuos más afectados por la esclerosis múltiple tenían una capacidad reducida para modular su velocidad de marcha atrás. Además, una menor capacidad para aumentar la velocidad hacia atrás a demanda se asoció con un menor funcionamiento cognitivo, incluyendo una menor velocidad de procesamiento de la información y la atención, lo que sugiere su uso potencial en la detección de deterioro cognitivo, que también es frecuente en la esclerosis múltiple.", concluye el investigador.
Así pues, el retro-walking no sólo es una manera excelente de ponerse en forma, también es muy útil como prueba física que puede detectar problemas de tipo cognitivo, especialmente en enfermedades de tipo neurodegenerativo, lo que puede llevar a mejorar las pruebas diagnósticas y tratamientos.
En cualquier caso, si el objetivo es disfrutar de esta disciplina como mero entrenamiento es importante que se haga con unas condiciones mínimas de seguridad y en entornos controlados como un gimnasio o el jardín de casa. Quizá sea el momento de retroceder para seguir avanzando en tu preparación.
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.