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Tengo 53 años y corrí la Movistar Madrid Medio Maratón el domingo pasado. Esta es una de mis carreras favoritas, porque se celebra a principio de la primavera, cuando Madrid está más bonita que nunca y las calles se llenan de animadores que te dan aliento en cada zancada. En esta ocasión la corrí regulando fuerzas, pues el fin de pasado anterior venía de competir una carrera de montaña en Tenerife, la Bluetrail, y todavía tenía las piernas algo perjudicadas.
Para correrla, y como aún me estaba recuperando, elegí una de mis zapatillas favoritas, las JOMA R1000 25, la edición especial con su upper inspirado en la ciudad de Madrid. Aunque mis ritmos no son por debajo de 5 minutos el kilómetro, estas zapatillas con placa de fibra de carbono me encantan porque te dan velocidad y reactividad y al día siguiente tengo una recuperación más rápida después de correr larga distancia. Hay corredores que no se atreven con la placa de carbono porque creen que, por ir más despacio que la media de corredores, no les hace merecedores de llevar zapatillas con placa. En mi opinión, se equivocan porque esta tecnología lo que hace es que acelera tu vuelta a la rutina y puedes continuar con tu vida e ir a entrenar 24 horas después sin sentir la musculatura agarrotada.
La Movistar Madrid Medio Maratón no se me dio mal. El día era precioso y la gente era maravillosa, la organización perfecta y el recorrido muy atractivo, con sus cuestas incluidas. Este año pasamos por Sol. Para mí es el mejor subidón que puedes tener para enfrentar la parte final de la carrera. La gente te hace pasillo y grita tu nombre que viene escrito en el dorsal. Si ya flaquean tus fuerzas, es la motivación que necesitas para no bajar el ritmo. Pero antes de llegar aquí, otro punto que siempre me pone los pelos de punto es la Glorieta de Cuatro Caminos y la bajada por Raimundo Fernández Villaverde. Este es otro punto clave para mí, porque está como a la mitad de la carrera y si no has dosificado fuerzas, sientes que necesitas un empujón. Ese empujón te lo dan los cientos de animadores que siempre eligen esta zona para concentrarse, además de un chute de gel que suelo tomar en este punto.
La entrada a meta siempre es espectacular, pasar por las emblemáticas fuentes de Neptuno y Cibeles hasta llegar al arco de finisher, en Colón, te hace sentir como un verdadero héroe. Los vítores, la música y la animación ayudan mucho a que, aunque hayas sufrido, ya estés pensando en el siguiente reto.
Este año hice 1 hora 55 minutos. Tres minutos más de lo que tenía pensado en un primer momento. Pero lo importante es saber regular tus fuerzas, ser consciente de tus limitaciones y circunstancias ese día y no dejarte llevar por la marea de corredores o por tus amigos que quieren que sigas su ritmo. Hay que adaptarse, porque corremos porque nos gusta y lo pasamos bien, y lesionarse o sufrir más de la cuenta solo perjudica a nuestro cuerpo. La clave para correr muchos años es el autocontrol. Os lo dice una popular que corre desde los 12 años.
Experta en running, triatlón y carreras de media distancia. Licenciada en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Redactora de moda y belleza en Men's Health, Women's Health y equipamiento deportivo en Runner's World. Antes, redactora en las revistas Hablan, Elle Decor, Casa 10, Diez Minutos, Qué me dices y La revista de Ana Rosa. Campeona de la Comunidad de Madrid y Subcampeona de España de SwinRun por parejas femeninas. Todo lo nuevo en el mundo del deporte, lo pruebo.