Estas son las cosas más raras que hacemos (y de verdad) todos los runners

Todos hemos visto a un corredor con manchas de sangre en el pecho a la altura de los pezones y empapando toda la camiseta camiseta, lo mejor es que hay soluciones fáciles. Seguramente ya los ha puesto en práctica para evitar el dolor (y la vergüenza), por lo que puedes cubrirlos con esparadrapo, tiritas o NipGuards.

Ser corredor es sentir inesperadamente la necesidad de ir al baño a tan solo seis kilómetros de casa. Esto hace que rápidamente aprendamos la ubicación exacta de cada gasolinera, tienda o cafetería en un radio de 16 kilómetros alrededor de casa.

¿Quién necesita restaurantes, museos o vistas impresionantes cuando se puede salir a correr por la ciudad o por una pista? Si vamos a viajar, más vale que el viaje incluya al menos una carrera de 5 kilómetros en algún punto intermedio.

¿Salir con los amigos un sábado por la mañana? Impensable. Los corredores priorizamos nuestro entrenamiento por encima de todo. Dile a tu hermana que cambie el baby shower a la tarde porque hay que correr antes unos cuantos kilómetros.

Es hora de pedir otro zapatero. El calzado es, naturalmente, el equipo más importante para los corredores, y tenemos que estar bien abastecido. Si no tienes al menos 10 pares de zapatillas para correr por ahí, ¿qué estás haciendo?

Puede que nuestros amigos pidan ensaladas y salmón, pero eso no es suficiente para nosotros. Especialmente cuando entrenamos para maratones y ultras, por lo que apostamos por pasta, patatas fritas y panecillos.

No hay que avergonzarse. A veces tienes una larga carrera en el campo y sabes que no habrá un baño cerca, así que tienes que planificar. Llevamos un poco de papel higiénico básicamente para evitar buscar hojas.

Terminamos la carrera. Nos hemos ganado la medalla. Así que por qué no íbamos a llevarla al brunch... y a la cena... y al desayuno continental del hotel a la mañana siguiente... y en el avión... y a la oficina el lunes... y posiblemente el martes y porque no toda la semana.

El dinero no crece en los árboles, y vamos a gastar una gran cantidad de dinero en sudaderas conmemorativas, cordones de zapatos multicolores y geles, así que tenemos que ahorrar algo de dinero.

Estamos orgullosos de ser corredores, así que es natural que enmarquemos unos cuantos dorsales de carreras para colgarlos por la casa. Y sin olvidarnos de adquirir un estante para las medallas y algunas fotos de la llegada a la meta para que la habitación de invitados tenga la temática de las carreras.

¿Qué calles laterales se conectan? ¿Qué casa tiene perro? ¿A dónde lleva ese sendero del parque? Lo sabes porque has recorrido cien veces cada centímetro de tu ciudad.

Podríamos estar sentados durante dos horas con nuestros amigos comiendo bollos, pero ese es un tiempo perfecto para salir a correr, así que mejor corramos 16 kilómetros a ritmo de una buena conversación.

Nada puede dividir más rápido a un club de corredores que preguntar si las zapatillas de correr deben estar bien acolchadas o no. Tenemos opiniones y podemos hablar durante al menos media hora ininterrumpida sobre todas las variantes de zapatillas.

Algunas personas ven Netflix cuando están agotadas. Nosotros no. Nada revitaliza al corredor como salir a correr. Después de un duro día de trabajo, una vuelta rápida por el parque nos hará sentirnos bien.

Saca las hojas de cálculo y los horarios. No queremos tener una pausa de emergencia para ir al baño en una carrera, así que estamos elaborando una estrategia para saber cuándo tomar ese café y limpiar el sistema digestivo.

Desde el coche, esta carretera puede parecer plana, pero los corredores sabemos que en realidad es una serie de subidas y bajadas. Un bache se convierte en una montaña al final de una carrera larga, pero es que además somos muy conscientes de dónde está cada bache.

Si consigues una camiseta en cada carrera, y corres muchas, vas a tener unos cuantos cajones llenos de camisetas de carreras muy rápidamente. ¿Quizás sea el momento de convertirlas en una colcha?

La forma más rápida de detectar a un corredor en la playa es buscar a los que tienen las uñas negras o, incluso, sin ellas. Si corres largas distancias, seguro que se te caerán y te dejarán unos pies de aspecto raro.

Nada nos pone más en marcha que hablar de nuestros tobillos rotos, nuestras rodillas tambaleantes y nuestras espaldas doloridas. Una sala llena de corredores tiene más historias de emergencias médicas que una temporada de Anatomía de Grey.

¿Te sientes dolorido después de correr? Deshazte de él con un rodillo de espuma. ¿Te sientes rígido antes de correr? Hazlo rodar. ¿Te aburres un viernes por la noche? Hazlo con un rodillo. Nunca es mal momento para ponerse un tubo de espuma en las piernas.