La batalla de las grandes marcas deportivas especializadas en calzado, principalmente Nike y Adidas, se ha convertido en uno de los grandes alicientes de las carreras de media y larga distancia porque su apuesta por la tecnología está empujando a los mejores atletas del mundo a batir récords que hasta la fecha parecían inalcanzables. Los ejemplos del keniata Kelvin Kiptum en la maratón de Chicago -superando el tiempo del Kipchoge- y el de la etíope Tigist Assefa en la de Berlín demuestran hasta qué punto la innovación, unida a la clase de los atletas, está obrando el milagro de volar sobre el asfalto.

Por otro lado no es algo nuevo ni está exento de polémica. Otras disciplinas como el ciclismo o la natación han experimentado con anterioridad lo que la tecnología y el uso de nuevos materiales brinda al rendimiento deportivo con algunos casos sonados en los que incluso se llegó a hablar de una nueva forma de dopaje.

Por ejemplo, en el pasado el equipo Sky (actual Ineos) fue acusado de emplear un material en sus maillots llamado Vortex que podía aumentar varios vatios la potencia de un ciclista, mientras que la Federación Internacional de Natación llegó a prohibir en 2009 los trajes de poliuretano tras la cascada de récords acaecida en los Juegos Olímpicos de Beijing un año antes.

El origen de todo

Pero volvamos a lo que nos ocupa y a la irrupción definitiva de las denominadas zapatillas de tecnología avanzada (AFT), cuya primera manifestación se produjo en 2013 gracias al denominado Boost de Adidas, una mediasuela hecha con miles de pequeñas partículas de poliuretano termoplástico expandidas que juntas proporcionaban un extraordinario retorno de energía en cada zancada. La llegada de las Vaporfly fue la respuesta de Nike en 2017 y desde entonces se ha establecido un nuevo estándar en lo que a su fabricación se refiere.

En la actualidad, este tipo de zapatillas se caracterizan por la combinación de un peso reducido, una placa de fibra de carbono -y otros materiales- curvada incrustada en la mediasuela con el objetivo de aumentar la rigidez de flexión longitudinal, espumas de mediasuela más reactivas y ligeras para proporcionar amortiguación y reactividad, y una mayor altura de mediasuela con forma de balancín.

datos curiosos sobre el maratón

Un tipo de zapatillas que evidentemente están detrás de los últimos récords de maratón conseguidos por Kiptum (2:00:35), que en su caso calzaba unas Nike Alphafly 3, y de Assefa (2:11:53), equipada con unas Adizero Adios Pro Evo 1, y cuyo objetivo último es lograr que algún atleta masculino logre bajar de las dos horas en la maratón. Al final, no se trata solo de una competición deportiva sino que también es de tipo comercial y el prestigio vende. Y mucho.

Pero más allá del encarnizado combate entre dos marcas legendarias, muchos se preguntan cuánto son capaces de mejorar el rendimiento y si merece la pena apostar por algún modelo en el día a día o en competiciones de diversa índole. No olvidemos que el precio de las Alphafly, que salen a la venta en enero, supera los 300 euros y el de las Adidas alcanza los 500, aunque no es menos cierto cada vez son más accesibles y hay mayor variedad hasta el punto de que ya se pueden adquirir de diversas marcas por poco más de 100 euros.

La ciencia y las zapatillas con placas de carbono

En lo que al rendimiento se refiere y a la ayuda extra que otorgan, la ciencia ha confirmado que realmente nos encontramos ante una ganancia real y que podemos hablar de zapatillas 'mágicas'. El primer estudio al respecto corrió a cargo de expertos de la Universidad de Colorado en 2018, que observaron una mejora en la economía de carrera de un 4% con el prototipo Nike Vaporfly en comparación con la zapatilla que tenía el récord mundial masculino de maratón por aquel entonces, aunque un estudio reciente basado en atletas de élite concluía que no todos se benefician ni mejoraban sus marcas.

Aunque paradójicamente es un español, Víctor Rodrigo Carranza, quien está aportando pruebas irrefutables en relación a la mejora de las marcas. Investigador de la Universidad de Massachussets Amherst, recientemente se doctoró en la Universidad de Castilla-La Mancha gracias una tesis, publicada en British Journal of Sports Medicine, en la que aborda los efectos de las características del calzado en la fisiología, la biomecánica y el rendimiento en carrera.

Su trabajo trataba de dar respuesta a una doble cuestión. Por un lado evaluar y analizar la mejora que han provocado las zapatillas de tecnología avanzada en el rendimiento de las carreras de media y larga distancia, así como analizar el efecto y describir los mecanismos que tienen las principales características de este tipo de calzado sobre el el desempeño en carrera.

“Para ello, se recopilaron datos de las 100 mejores actuaciones masculinas en 10k, media maratón y maratón de la base de datos pública de la World Athletics en los años previos al lanzamiento de las zapatillas de tecnología avanzada (2015-2016) y post lanzamiento (2017 -2019) para evaluar el impacto (mejora de rendimiento en tiempo) que este tipo de calzado había tenido en las principales pruebas de larga distancia (10 km, media maratón y maratón) y el efecto en la velocidad crítica de los corredores, realizando también un análisis individual del número de no respondedores al usar AFT”, asegura el investigador en su trabajo.

datos curiosos sobre el maratón

Y las conclusiones relevantes, centradas en la mejora apreciada en las marcas, es que el uso de las zapatillas de tecnología avanzada mejoró el rendimiento de los corredores del top 100 mundial en las pruebas de ruta de 10k, media maratón y maratón mejorando además la velocidad crítica, sin embargo, no lo hizo a todos por igual. De hecho, hubo un pequeño grupo de corredores que no lograban mejorar sus tiempos con este tipo de calzado.

En lo referente a las marcas, el experto determinó que, para todas las distancias analizadas, el rendimiento medio fue mayor (menor tiempo) cuando los corredores utilizaron las zapatillas en comparación a cuando corrieron sin ellas. La mejora media con este tipo de calzado fue de 14 segundos (0,83%), 18 segundos (0,50%) y 74 segundos (0,97%) para 10k, media maratón y maratón, respectivamente. Además, de que la velocidad crítica mejoró un 3,31% para un grupo experimental de corredores que durante el periodo evaluado usaron y no usaron zapatillas de tecnología avanzada, en comparación con el grupo control que no lo hizo.

En cuanto al efecto de las zapatillas en el rendimiento según sus características, el principal hallazgo fue que el peso del calzado, la rigidez a la flexión longitudinal y el material de la mediasuela influyeron con diferentes mecanismos sobre la economía de carrera. Así que sí, está claro que la construcción y materiales utilizados influyen en varios aspectos que hacen que los atletas mejoren sus marcas de manera generalizada.

Unas zapatillas que no son para todo el mundo

¿Merece la pena invertir en este tipo de zapatillas? Pues depende porque confluyen muchas variables a tener en cuenta. La económica aquí puede ser determinante. Normalmente la vida útil de unas zapatillas de running, y más de estas características, no es demasiada. Hay quien estima que pueden alcanzar los 300 kilómetros -unas ‘normales’ puede doblar con creces esa cifra perfectamente- por lo que estamos hablando de pocos meses en el caso de un corredor que haga un uso frecuente y puede que no merezca la pena invertir una importante cantidad de dinero con relativa frecuencia.

Hay alternativas en el mercado más asequibles que emplean otros materiales como pebax, nylon o TPU

Bien es cierto que en la actualidad hay diversas alternativas en el mercado más asequibles que emplean otros materiales para la placa que no son carbono como pebax, nylon o TPU, entre otros, así que por poco más de 100 euros hay opciones interesantes. No obstante, también hay que tener en cuenta si realmente le vamos a sacar el máximo partido. Por definición lo normal es que mejoren tu rendimiento, pero este tipo de zapatillas está destinadas para aquellos que corren a ritmos altos, tienen una técnica de carrera adecuada, y sus estructuras musculares y tendinosas están adaptadas y preparadas para usar este tipo de zapatillas.

Y es que ya se empiezan a reportar problemas físicos, incluso a nivel científico, relacionados con el uso de este tipo de zapatillas porque modifican el patrón biomecánico del pie y de las extremidades inferiores así que hay que andar con cuidado. Lo recomendable en este caso es buscar el consejo de un experto e incluso someterse a un estudio biomecánico para saber si las zapatillas de tecnología avanzada son para nosotros.

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Así pues, hay que pensar mucho y bien si cumplimos el perfil de corredor que necesita las zapatillas 'mágicas'. Si no eres ni Kiptum ni Assefa ni un corredor que se gane la vida con ello quizá haya opciones mejores y más tradicionales para ti. Lo que no significa que llegado el momento pruebes suerte a ver cómo te sientes o que tengas un par específico para entrenos y carreras puntuales si efectivamente se adaptan a tus características y necesidades. Lo que está claro es que es una decisión que va mucho más allá del simple hecho de sucumbir a una moda. Está demostrado que en determinadas circunstancias mejoran el rendimiento y las marcas, pero ¿son esas tus circunstancias?

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Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú. 

 Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística. 

 De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World. 

 Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes. 

 Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.